Guía del camino y consejos para escoger tu camino
Se trata de una ruta de peregrinación milenaria que se dirige a la capital gallega (Santiago de Compostela) con el fin de visitar la tumba del Apóstol Santiago en la propia Catedral de la ciudad. Esta famosa ruta comenzó en el año 842 cuando, tras el descubrimiento de los restos del Apóstol, el rey Alfonso II caminó, desde Oviedo, con el objetivo de comprobar si los rumores del hallazgo eran ciertos. Convirtiendo este trazado en el que hoy es conocido como el Camino Primitivo.
La importancia de visitar los restos de Santiago el Mayor reside en su importancia en la religión cristiana, ya que fue uno de los discípulos de Jesús que emprendió una labor evangelizadora, especialmente en el reino de Gallaecia (actual Galicia). Además, tras su ejecución en Jersusalén en el año 44 d.c., se convertiría en el primer apóstol en morir por la fe cristiana. Con el tiempo, la ruta ha ido ganando cada vez más seguidores aunque, debido a los años de conquista musulmana y reconquista del territorio español, ha pasado por varias épocas de decadencia donde surgieron varias de las nuevas rutas que existen hoy en día como: el Camino del Norte, el Camino Vasco…
Hoy en día, el Camino de Santiago bate récords de peregrinos cada año que pasa. Gente con ilusión que comienza la aventura del Camino con diferentes objetivos porque, aunque todo comenzó como una peregrinación religiosa para rendir culto al Santiago Apóstol, muchos realizan la ruta por retos de superación personal, búsqueda de uno mismo o aventura con amistades.
Religioso:
El motivo inicial, la razón por la que el Camino surgió era la visita a la Catedral de Santiago y rogar por el perdón de los pecados, santiguarse para una batalla futura o incluso para curas milagrosas. Actualmente, sigue siendo uno de las razones más principales para la peregrinación.
Aventura:
Es el lugar perfecto para salir de la monotonía y descubrir parajes difíciles de encontrar: zonas donde el mar se junta con el verde de las praderas, paseos con vegetación tan frondosa que apenas da paso a la luz del sol, riachuelos o cascadas que provocan una sensación de paz y tranquilida difícil de encontrar. Todo esto lo podrás encontrar en la aventura del Camino.
Social: El Camino posee una grandísima variedad de razas y países de origen en sus trazados. Mucha gente tiene miedo de partir en soledad, sin embargo, los trazados jacobeos poseen esa magia de juntar a gente afín y generar lazos inseparables. Crea una amistad en el Camino y posiblemente sea de por vida…
Superación:
No todo el mundo posee la capacidad plena para afrontar la dureza del Camino, sin embargo, existen valientes que pese a sus problemas, deciden lanzarse al Camino con el fin de superarse a si mismos y lograr la meta de llegar a Santiago de Compostela.
Cultural:
Si algo posee el Camino de Santiago, es riqueza en cuanto a patrimonio histórico y cultural. Sus rutas llevan siendo peregrinadas por años y muchos curas o civilizaciones dejaron su esencia por los diferentes pueblos.
Como puedes ver, son varios los motivos y muy buenos como para no perderse la aventura del Camino de Santiago. Mucha gente la define como la experiencia de su vida
LA HISTORIA DEL CAMINO
En plena reyerta contra los musulmanes, siglo IX, el monarca Alfonso II ordena construir un sepulcro en el lugar donde se habían descubierto los restos del Apóstol, contribuyendo así al inicio de las peregrinaciones. Otro personaje influyente que impulsó de una manera notable el auge de esta tradición fue el conquistador Carlomagno, el cual se aseguró de que todos los Caminos fueran seguros y dedicó parte de su vida a luchar contra las huestes musulmanas.
Un siglo más tarde, la noticia de que el sepulcro del Apóstol se encontraba en Galicia, ya se había extendido por casi toda Europa, atrayendo a miles de peregrinos desde todas las partes del continente. Aprovechando antiguas calzadas romanas y rutas comerciales, desde este siglo se incrementan considerablemente las peregrinaciones, contribuyendo a ello notablemente, tanto la nobleza como el clero, construyendo puentes, hospitales y hospicios.
Se puede considerar que el propio Alfonso II, rey asturiano hasta el año 842, fue el primer peregrino como tal, al partir desde Oviedo para comprobar con sus propios ojos la veracidad del hallazgo del Apóstol y rendirle culto. Así nace el primer trazado jacobeo oficial, conocido como Camino Primitivo.
Otro de los peregrinos más famosos fue Aymeric Picaud, a quien se le atribuye la autoría de parte del Códice Calixtino, concretamente la parte quinta conocida como “Guía del peregrino”. Este, al contrario que el rey astúr, decidió realizar el trazado conocido como Camino Francés, detallando en sus escritos información útil sobre alojamientos, templos, gastronomía, cultura, costumbres del lugar, etc.
LA CREDENCIAL DEL PEREGRINO
La credencial es un documento que acompaña al peregrino a lo largo de todo el viaje para verificar que ha recorrido el Camino de Santiago, bien sea caminando, en bicicleta o en caballo. Se considera el documento de identidad del peregrino. El documento se puede solicitar en una gran variedad de oficinas o alojamientos como: Asociaciones de Amigos del Camino, parroquias en el Camino, en algunos albergues públicos o si realizas el Camino con nosotros mismos nos encargamos de gestionar tu credencial de peregrino haciéndotela llegar junto con el resto de documentación. El precio de la credencial oscila entre 1,5 y los 2€. Es el único certificado válido para obtener a la llegada a Santiago la Compostela. Para los peregrinos, este trozo de cartulina es su carnet de identidad, su pasaporte. Es por ello que cumple dos finalidades importantes: Te permite trasnochar en los albergue públicos del Camino Será la acreditación necesaria para lograr la ansiada “Compostela“ La credencial es una cartulina plegada con muchas páginas, en las mismas hay huecos para los sellos de los albergues, monumentos o establecimientos por donde para el peregrino cada día. Se debe sellar un mínimo de dos veces al día. En la oficina del peregrino solo verifican las fechas y que el peregrino haya transcurrido un mínimo de 100 km andando o en caballo y 200 km en bicicleta. De tal modo que, si se pierde la credencial, en la oficina del peregrino no podrán comprobar tu peregrinación y por ello no te expedirán la Compostela.
Puede sellarse en numerosos lugares a lo largo del Camino:
Albergues Ayuntamientos
Colegios y Universidades
Iglesias, parroquias y Catedrales Monumentos
Oficinas de Turismo
Incluso, a día de hoy, en algunas cafeterías y restaurantes
Para llevar un correcto control de la Credencial, esta debe de sellarse al menos dos veces por día para aquellos peregrinos que solo realicen los kilómetros mínimos necesarios para la obtención de la Compostela o para aquellos que opten por realizar el Camino en etapas sueltas, ya que también existe esa posibilidad, de modo que solamente es necesario que los sellos sigan un orden cronológico y geográfico, pero no es imprescindible que la peregrinación sea continuada.
La acreditación del peregrino por tanto, no tiene fecha de caducidad, si abandonas, o haces el camino por etapas sueltas, como si tardas años, podrás seguir utilizando la misma credencial. Así como no entiende de fechas, tampoco entiende de edades, y la credencial puede ser portada por cualquier persona, incluso por un niño.Su formato, al estilo tríptico y plegado en forma de acordeón, es muy cómodo y funcional para poder llevarlo durante todo el Camino.
LA COMPOSTELA
Desde el auge experimentado por las peregrinaciones a lo largo de los siglos IX y X, surgió la necesidad de certificar que los peregrinos habían realizado el itinerario cumpliendo con las premisas establecidas de peregrinar por motivos religiosos o espirituales, lo que les otorgaba además ciertos privilegios a la hora de recibir asistencia y de poder hospedarse. De ahí surgió la Compostela, que sustituyó a la técnica utilizada en los primeros años, que consistía en la adquisición de las conchas de vieira que se adquirían al entrar en Santiago, motivo por el cual, la facilidad para el engaño a la hora de obtener esta falsificación quedó latente hasta ser sustituido definitivamente por la Compostela, lo que obliga al peregrino a haber transcurrido toda la ruta sellando una credencial que acredita que ha pasado por dicho lugar y pernoctado a lo largo del Camino. Esta acreditación ha de ser presentada al llegar a Santiago de Compostela y es entonces cuando se recibe el documento conocido como Compostela.
A día de hoy, la Compostela es el documento que indica que has completado, al menos, los 100 últimos km o 200 km en bicicleta del Camino de Santiago. Dicho documento es entregado por las autoridades eclesiásticas luego de verificar que los sellos de la credencial del peregrino estén bien. A mayores nos preguntarán qué motivos nos han movido a realizar el Camino de Santiago, para obtenerla deberán ser religiosos, espirituales, o con carácter de búsqueda interior.
Además, existe otro documento denominado “In memoriam” que solicitará la familia de aquellas personas que han muerto en alguno de los diferentes trazados del Camino de Santiago.
Como mencionábamos anteriormente, la Compostela otorgaba determinados privilegios a los peregrinos; cuando los Reyes Católicos construyeron en el siglo XVI el Hospital de peregrinos, cuyo lugar ocupa hoy en día el Hostal de los Reyes Católicos en plena plaza del Obradoiro, los peregrinos que portaban la Compostela tenían el derecho a hospedarse durante tres días de forma gratuita tras su llegada a la capital gallega.
A pesar de que el actual Hostal, convertido en Parador de Turismo ya no ejerce las labores originarias de hospital, sigue manteniendo un cierto aire de hospitalidad y ofrece a los diez primeros peregrinos que diariamente se presenten con la Compostela, el desayuno y la cena de forma totalmente gratuita.
Lo obtendremos en la Oficina del Peregrino: Dirección:
Rúa Carretas, nº33
15705, Santiago de Compostela Teléfono: +34 981 568 846
E-mail: oficinadelperegrino@catedraldesantiago.es
LAS RUTAS DEL CAMINO
Existen diferentes rutas del Camino de Santiago, todas ellas llenas de historia, cultura y una excepcional riqueza patrimonial. A pesar de que el Camino Francés recoge la mayor parte de la afluencia de peregrinos cada año, el crecimientos de las demás rutas hacia Santiago continúa siendo exponencial.
SEÑALIZACIONES DEL CAMINO
Todos los Caminos de Santiago están señalizados, dependiendo de la comunidad Autónoma o provincia, en menor o mayor medida, pero todos mínimamente señalizados. En todo el trazado podrás guiarte a través de varios tipos de señales. Una buena señalización resulta un elemento clave a la hora de atraer potenciales peregrinos, pues inspira confianza y tranquilidad llegado el momento de planificar esta aventura. A lo largo del Camino, uno se encuentra con todos estos indicadores, cuyas funciones principales son las de señalizar que se está siguiendo el sendero correcto y orientar al peregrino en aquellos puntos en los que puedan existir dudas a la hora de seguir el trayecto a Santiago.
La flecha amarilla
De entre todos los indicadores, la flecha amarilla es el más importante, pues todas las vertientes del Camino están señalizadas con esta clase de flechas y acompañan al peregrino en el recorrido, encontrándose pintadas en árboles, en el suelo, en señales verticales, iglesias, rocas, etc.Su origen está ligado al Padre Elías Valiña, natural de Sarria pero afincado en O Cebreiro, donde ejerció como sacerdote y se encargó de la restauración del Hospital y Santuario de Santa María del Cebreiro.Es, además, uno de los personajes más influyentes e importantes del Camino de Santiago y conocido por haber señalizado con la flecha amarilla todo el Camino Francés desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela en varias ocasiones, con un objetivo claro: mejorar y promover el Camino de Santiago. La elección del amarillo se debió a una simple casualidad, pues fue gracias al regalo de la pintura sobrante de unos camioneros que pintaban las líneas de la carretera, por aquel entonces pintadas de este color.
Hitos y mojones
En segundo lugar en cuanto a importancia, se encontrarían los llamados hitos o mojones, construcciones de piedra y hormigón en los que habitualmente se pueden ver la mencionada flecha, la icónica vieira y en algunos casos los kilómetros que faltan para llegar a Santiago (hitos kilométricos). Dependiendo de la provincia o comunidad en la que se encuentre el peregrino, existen mojones de distintas formas y diseños, siendo Galicia la de mejor señalización, pues cuenta con un mojón cada 500 metros, medida tomada en 1993 por la Xunta de Galicia como acción revitalizadora de la peregrinación jacobea. Además, el paso del Camino por enclaves de cierta importancia histórica, religiosa o monumental también está representado mediante hitos, de forma que aquel peregrino que quiera aprovechar la experiencia al máximo pueda percatarse de la presencia de los mismos y tomarse su tiempo para visitarlos. En los últimos años se han cambiado los tradicionales mojones por unos nuevos, lo cual ha sido objeto de controversia. En éstos, una vieira amarilla sobre azulejo de color azul marino indica junto con la flecha la dirección a seguir. En el caso de que la flecha haya sido borrada o simplemente no exista, hay que tener cuidado, pues la dirección adecuada será una u otra dependiendo de si se transcurre por Galicia o no. Fuera de la comunidad, las líneas convergen hacia Santiago de Compostela, de forma que si se juntan en la parte izquierda, será esta la dirección que habrá que tomar. En cambio, una vez en la comunidad gallega, la dirección es la contraria, que será aquella en la que las líneas de la vieira se vayan separando, es decir, para la vieira anterior, se tomaría el camino de la derecha.
Existen además otro tipo de señales como las de tráfico, paneles informativos o los propios montículos de piedras que los peregrinos van dejando a lo largo de la ruta que contribuyen a que el Camino de Santiago sea una ruta ejemplar a nivel señalización, por lo que no has de temer perderte durante el viaje.
PREPARANDO EL CAMINO
Una de las dudas más habituales a la hora de lanzarse a realizar el Camino de Santiago es la mochila y su contenido. En esta lista imprescindible sobre que llevar en la mochila vamos a encontrar un poco de todo, pero sobre todo son cosas esenciales, siempre del menor peso posible y que ocupen lo mínimo para que ni nuestro cuerpo, ni nuestro camino acaben muy resentidos y podamos disfrutar de una experiencia óptima. Hay que tener clara la época del año en la que se va a hacer el Camino, cierto es que hay algunas cosas imprescindibles independientemente de la estación en la que nos vayamos a aventurar a recorrer el Camino de Santiago. Debes saber que en cualquier alojamiento dispondrás de una zona donde poder lavar y secar la ropa que has utilizado a lo largo del día y así poder disponer de ella al día siguiente. Los expertos en el Camino de Santiago, dicen que no solo se puede diferenciar a un peregrino principiante de uno veterano por su mochila, sino que también se puede saber desde donde ha iniciado ese romero el Camino.
La elección de una correcta mochila es el primer paso para evitar cualquier problema en el Camino. Se recomienda que la mochila que nos vaya a acompañar durante el camino pese no más de un 10% de nuestro peso corporal, es decir, si pesamos alrededor de 70 kg hay que procurar que nuestra mochila no exceda los 7kg de peso total. Salvo que vayas a hacer el Camino en el invierno, en cuyo caso necesitarás más equipaje de abirgo y por tanto una mochila más grande, te recomendamos una mochila entre 35 y 45 litros de capacidad y que sea anatómica para amoldarse a tu cuerpo, además de ser ligera e impermeable.
Hoy en día podemos evitar el transportar nuestra mochila gracias a las empresas que ofrecen
TRUCO: ¿quieres saber si has hecho una buena elección?
Antes de salir al Camino coge tu mochila vacía y colócala atándola solamente a la cintura y dejándola libre en los hombros. ¿se mantiene rígida? buena compra, ¿se cae? toca seguir buscando.
Otro punto importante, especialmente si vas a dormir en albergues es el saco de dormir. El saco idóneo debe de cumplir una serie de requisitos:
Tamaño: De entre 1,70 m y 1.95 m dependiendo de la estatura. Recuerda, cuanto más grande más peso en la mochila. Tipo de Relleno: El mayor recomendado es el sintético o fibra. En invierno podríamos valorar los de pluma ya que ofrecen mayor protección pero sus cuidados son mayores. Ligero y Compacto: Debe amoldarse bien a la mochila y fácil de sujetar a ella.
Impermeable: Es muy probable que encuentres lluvia por lo que el saco de dormir siempre debe ser de material impermeable.
Temperatura: Debido a la normativa EN13537 europea existen 4 tipos de sacos según la
temperatura. Este vendrá indicado en la etiqueta del propio saco: Extrema
Límite
Confort: El más indicado Máxima
La ropa
Pantalones para caminar: Largos, cortos o modulares según la época en la que se realice el camino y que cuenten con un buen sistema de transpiración para evitar el sobrecalentamiento en los meses de mayor temperatura.
Pantalones para el descanso: Pantalones de chándal o de algodón, cortos o largos, y de cierta amplitud, para sentirnos los más cómodos posibles.
Sudadera o jersey: Finos y cómodos, que pesen poco y no ocupen demasiado espacio para poder guardarlos sin problema en la mochila.
Un par de camisetas: Es lo mínimo que se recomienda, una la que llevas puesta ese día y otra para el día siguiente. Que no tengan costuras y sequen rápido, para poder lavarlas a diario en los diferentes alojamientos.
3 o 4 conjuntos de ropa interior y calcetines Sombrero, gorra, visera o pañuelo. Para el frío y el viento: Un polar. Gorro, bufanda (o braga térmica) y unos guantes finos. Para la lluvia , capa impermeable: Que cubra tanto al peregrino como a la mochila.
Hoy en día con la ventaja de contratar quien te lleve el equipaje de un hotel a otro muchos de los problemas de espacio y pero desaparecen y nos tenemos que centrar en llevar un mochila cómoda para las cosas del día
Calzado
Botas o zapatillas de trekking: nos sujetará correctamente el tobillo además de contar con la suela perfecta para el tipo de terreno que nos vamos a encontrar en el Camino. Chanclas son imprescindibles para la duchas de los albergues, además de que ayudan a descansar y airear el pie después de los kilómetros recorridos a lo largo del día.
Higiene
Jabón Líquido: Gel y champú para la ducha. Cepillo y pasta de dientes.
Peine. Desodorante.
Crema solar: Para protegernos la cara sobretodo. Pañuelos de papel.
Papel higiénico.
Toalla de microfibras: Ocupan poco en la mochila y secan rápido. Pastilla de jabón: Para lavar la ropa al finalizar la jornada.
Botiquín
Betadine Gasas
Aguja e hilo: Entre otros muchos usos, son importantes para tratar las ampollas. Esparadrapo
Tiritas Tijeras
Vaselina: Aplicar una pequeña cantidad de vaselina en los pies antes de cada jornada ayudará a evitar la aparición de las temidas ampollas.
Analgésicos: Aspirinas, Ibuprofeno, Paracetamol…
Imprescindibles
No olvides tu DNI o Pasaporte, tu tarjeta sanitaria, credencial de peregrino, tarjeta de crédito y algo de dinero en efectivo para pagar en poblaciones pequeñas.